San Germán, Puerto Rico – La frustración finalmente estalló. Bobby Porrata, asistente técnico de los Atléticos de San Germán, no se guardó nada tras la más reciente derrota del equipo en la temporada 2025 del Baloncesto Superior Nacional (BSN). Con palabras que resonaron como un golpe directo al corazón del camerino, Porrata expresó su descontento con el pobre rendimiento colectivo y la falta de compromiso que, a su juicio, ha marcado el paso de los Atléticos en esta campaña.
“La camisa de los Atléticos no se está respetando”, afirmó sin rodeos el experimentado técnico durante la conferencia de prensa posterior al juego. “Aquí hay jugadores que parecen venir a cumplir y ya. Esto es San Germán, esto es historia, esto es entrega. No se está jugando con corazón, y así no se gana en esta liga”.
Un comienzo decepcionante
Los Atléticos, una de las franquicias más históricas y queridas del BSN, han tenido un arranque decepcionante. Con un récord de 2 victorias y 8 derrotas en sus primeros 10 juegos, el equipo luce desorganizado, falto de ritmo y carente de identidad. En la derrota más reciente —una paliza de 92-67 ante los Capitanes de Arecibo—, el equipo apenas mostró señales de vida tras el segundo parcial.
“Pareciera que algunos están aquí solo por el cheque, y no por representar los colores que tantas glorias han dado al baloncesto puertorriqueño”, añadió Porrata, visiblemente molesto. “No hay excusas. No se puede fallar en las cosas básicas: no defender, no pelear rebotes, no rotar el balón… eso es inaceptable”.
Las palabras que remecieron el vestuario
Los comentarios del técnico no fueron una simple crítica táctica. Fueron un llamado de emergencia. Una advertencia. Una señal de que, si el rumbo no cambia pronto, podrían venir consecuencias drásticas, incluyendo cambios en la plantilla.
Fuentes cercanas a la directiva indicaron que las declaraciones de Porrata no fueron improvisadas, sino más bien discutidas previamente con el cuerpo técnico, incluyendo al dirigente principal. “Sabemos que hay jugadores que no están dando el máximo, y se les va a exigir. Bobby simplemente dijo lo que todos estamos pensando”, comentó un miembro del personal técnico que pidió anonimato.
Porrata, conocido por su carácter fuerte y su estilo directo, ha sido parte del resurgir de los Atléticos en temporadas anteriores, incluyendo la sorpresiva final del 2022. Sin embargo, esta versión del equipo parece estar muy lejos de aquel conjunto aguerrido que electrificó al Arquelio Torres.
Las estadísticas no mienten
Más allá del discurso, los números reflejan fielmente el desastre deportivo. Los Atléticos son el segundo peor equipo en eficiencia defensiva, permitiendo un promedio de 91.3 puntos por partido. Además, tienen el peor porcentaje de tiros de campo de toda la liga (41%) y son últimos en asistencias por juego (12.5). La falta de cohesión es evidente.
“Yo puedo aceptar perder si lo dejamos todo en la cancha. Pero esto… esto es otra cosa. Aquí hay jugadores que no están comprometidos ni con ellos mismos”, sentenció el asistente técnico. “Se les da libertad ofensiva, se les respalda, se les protege. ¿Y así lo devuelven?”
Reacción del equipo
Las palabras de Porrata generaron una mezcla de silencio y tensión en el vestuario. Según reportes, varios jugadores tomaron las críticas como un reto personal, mientras que otros se mostraron incómodos con el tono utilizado.
Uno de los veteranos del equipo, que prefirió no ser identificado, declaró: “Hay cosas que se deben hablar en privado. Pero también entiendo que estamos jugando mal. Si esto ayuda a despertarnos, pues bienvenido sea”.
El capitán del equipo, por su parte, se limitó a decir: “Todos tenemos que mirarnos al espejo. No estamos jugando como se espera de nosotros”.
La presión sobre la gerencia
Las declaraciones también pusieron presión sobre la gerencia general, que ha sido blanco de críticas por la confección del equipo. Se cuestionan fichajes que no han rendido, la falta de profundidad en el banco, y la poca consistencia en el planteamiento de juego.
“No se puede construir un equipo solo con nombres”, señaló un analista deportivo local. “Hay que buscar jugadores que se identifiquen con el estilo de San Germán: defensa dura, garra, sacrificio. Ahora mismo, no se ve nada de eso”.
El factor afición
Si algo ha caracterizado a San Germán históricamente es su fanática fiel y exigente. Pero incluso esa pasión parece estar tambaleando. En los últimos tres partidos como local, la asistencia ha bajado notablemente, y los abucheos han sido cada vez más frecuentes.
“Esto no es solo perder, es la forma en que se está perdiendo”, comentó Carlos Rivera, fanático de toda la vida. “Antes, aunque perdiéramos, sabíamos que los muchachos se mataban en la cancha. Ahora ni eso. Y Bobby tiene razón en decirlo”.
¿Y ahora qué?
El futuro inmediato de los Atléticos es incierto. Hay rumores de posibles cambios en la plantilla y ajustes tácticos severos. Se espera que en las próximas semanas haya reuniones entre jugadores, cuerpo técnico y administración para redefinir metas y, posiblemente, abrir la puerta a nuevas adquisiciones.
“Nosotros no vamos a rendirnos”, afirmó Porrata al final de su intervención. “Pero tampoco vamos a seguir tolerando apatía. El que no quiera estar aquí, que lo diga. Porque San Germán no es para cualquiera. Aquí se lucha o se va”.
La explosiva reacción de Bobby Porrata marca un punto de inflexión en la temporada de los Atléticos de San Germán. Puede convertirse en el catalizador que despierte al equipo o, por el contrario, profundizar aún más la crisis si no hay respuestas rápidas.
Lo cierto es que el tiempo se agota, la paciencia se acaba y la tradición pesa. San Germán no puede darse el lujo de otra temporada sin alma. Como bien dijo Porrata: “Aquí no se juega por jugar. Aquí se juega por orgullo, por historia y por una ciudad entera”.
