José Juan Barea se recupera de cirugía en Nueva York y mira al futuro con los Mavericks. El boricua estará dos semanitas en la Gran Manzana antes de regresar a la isla y enfocarse en su rehab con la mira en retomar una vida activa.
¡A fuego lento pero con la mente clara! El eterno guerrero boricua, José Juan Barea, se encuentra actualmente en Nueva York, recuperándose tras ser operado de la cadera izquierda este lunes. El exjugador de la NBA, ACB y BSN reveló que permanecerá dos semanitas en la ciudad que nunca duerme antes de regresar a su amado terruño, donde continuará su proceso de rehabilitación.
La dolencia que lo mantenía al margen
El exarmador de los Mavericks confesó que llevaba tiempo arrastrando una molestia fuerte en la cadera, producto de una lesión del labrum —una estructura cartilaginosa clave para la estabilidad de la articulación— que lo tenía pasando las de Caín. “Tenía una rotura… y también artritis (degenerativa), hueso con hueso”, detalló el guerrero de Mayagüez, quien no podía ni jugar pickleball, ni dar par de raquetazos en tenis, ni darse su gustito con el golf.
Esta limitación le fastidiaba hasta las cosas más simples del diario vivir, por lo que optó por someterse a un procedimiento llamado resurfacing.

¿Y qué es eso del «resurfacing»?
Según la Academia Estadounidense de Cirujanos Ortopédicos (AAOS), el resurfacing de cadera es una cirugía menos invasiva que el reemplazo total. En vez de cambiar toda la articulación, se le pone una cubierta metálica a la cabeza del fémur y/o al acetábulo, preservando parte del hueso original. Una movida que busca devolver funcionalidad sin comprometer movilidad futura.
“Es para pacientes jóvenes y atletas”, explicó Barea. Y aunque ya entró en la cuarta década de vida, para los estándares del deporte sigue siendo un guerrero activo con mil batallas por dar, aunque sea desde otras trincheras.
De jugador a mentor
Barea colgó las tenis oficialmente en el 2022, luego de una trayectoria impresionante que incluyó campeonatos en la NBA y aportaciones valiosas en ligas internacionales y, por supuesto, en el Baloncesto Superior Nacional (BSN) de Puerto Rico.
Sin embargo, el retiro como jugador no significó alejarse del deporte. El diminuto gigante —con corazón del tamaño del Choliseo— se mantuvo bien activo como dirigente de los Mets de Guaynabo. Lamentablemente, este año fue separado de su cargo tras arrancar la temporada con récord de 8-10. Fue reemplazado por el estadounidense Josh King.
¿Qué viene ahora?
Aunque el cambio de aires en Guaynabo fue inesperado, Barea no baja la cabeza. Su enfoque inmediato está en su recuperación. La rehabilitación, según estimó, podría durar un mes. Luego de eso, su meta es volver a “una vida normal”, como quien dice, poder jugar con sus hijos, volver al golf, ir al cine sin cojear… ¡lo que sea que lo mantenga feliz!
Pero eso no es todo. En el plano profesional, José Juan seguirá como asistente del Equipo Nacional de Puerto Rico, ayudando en el desarrollo del talento joven y aportando su sabiduría en los fogueos y competencias. Además, adelantó que espera tener un rol más activo con la organización de los Dallas Mavericks de cara a la temporada 2025-2026 de la NBA. Esa es su segunda casa, su familia en el norte.
¿Se imagina a Barea de coach en la NBA?
Aunque no lo dijo directo, la movida huele a transición hacia una carrera de dirigente o asistente en la NBA. Los Mavericks conocen a Barea como pocos, y su conexión con Dallas va más allá de la cancha. Allí es leyenda viviente, ídolo de la comunidad latina y ejemplo de perseverancia.
El puertorriqueño, que fue clave en el campeonato del 2011 con los Mavs, ha sido mentor para muchos y figura de respeto en los camerinos. ¿Será que Mark Cuban le dará una silla en el banco del coach Jason Kidd? ¿O lo veremos desarrollando talento en la G-League o desde la oficina central?
Un guerrero que no se rinde
Si hay algo que define a José Juan Barea es su temple. Su historia está llena de momentos donde todo parecía cuesta arriba. Muchos dudaron que un armador de estatura “bajita” pudiera dominar en la NBA, pero él respondió con talento, coraje y una visión de cancha que lo convirtió en uno de los jugadores más queridos y respetados por sus compañeros y rivales.
Ahora, enfrentando un nuevo reto físico, Barea no se achica. Al contrario, ya tiene su plan, su calendario y su mente puesta en volver a dar el máximo.
¿Y qué dice la calle?
Los fanáticos boricuas, como siempre, se han volcado a darle cariño en redes. “¡Vamos guerrero, tú puedes con eso y más!”, escribió un fanático en X. Otro comentó: “JJ Barea es más duro que el concreto, ese vuelve mejor que antes”.
¿Pickleball en el 2026?
Una vez recupere su movilidad, Barea tiene en la mira volver al pickleball, una disciplina que ha enamorado a muchos atletas retirados por su combinación de estrategia, movimiento y diversión. También ha expresado su deseo de participar en eventos de golf en la isla, y quizás, quién sabe, volver a ser parte de alguna liga local, aunque sea por el vacilón.
Barea: símbolo de lucha boricua
José Juan Barea no es solo un baloncelista. Es un símbolo de lo que representa ser puertorriqueño: dar el máximo, no rendirse, echar pa’lante aunque el mundo te diga que no puedes.
Desde Mayagüez pa’l mundo, JJ ha puesto la bandera en alto, y ahora que enfrenta un nuevo capítulo, lo hace con la misma energía de siempre. Porque aunque la cadera le haya pasado factura, su corazón sigue intacto y más fuerte que nunca.
Y como diría cualquier boricua de a pie: ¡Pa’ lante, JJ!
Fuente: El Nuevo Día