Eduardo Dávila fue seleccionado como Dirigente del Año en la Liga de Béisbol Superior Doble A tras una temporada que no fue menos que mágica para los Criollos de Caguas. Llevó las yeguitas a galope por el buen camino.
En su primer año como dirigente en la Doble A, Dávila agarró las riendas del equipo cuando tenían marca de 1-6, prácticamente dados por muertos. Pero la historia cambió en grande: bajo su mando, los Criollos cerraron con 11 victorias al hilo, terminando la temporada regular con récord de 12-8, asegurando el tercer lugar en una Sección Central que siempre está bien apretá.
No es cualquier logro: los Criollos no clasificaban a postemporada desde su regreso a la liga en 2023, tras un parón de 40 años fuera del panorama. Para colmo, en 2023 y 2024 habían terminado sotaneros de la sección, con récords que no invitaban a mucho optimismo (4-13 el año pasado). Pero con Dávila al mando, todo eso quedó en el pasado.
El apoderado Julio César Osuna no tuvo que pensarlo dos veces pa’ soltarle flores al trabajo de su dirigente, resaltando que la clave fue que los muchachos creyeron en su talento y en su capacidad de ganar.
Dávila, quien también es coach en el béisbol escolar y universitario en Puerto Rico, mostró ser un estratega que combina disciplina con pasión, y su impacto se notó desde el primer día que se metió en el dugout.
Con este premio de Dirigente del Año, Eduardo Dávila no solo cambia la narrativa de los Criollos, sino que también se establece como uno de los nombres calientes dentro de la nueva cepa de dirigentes en el béisbol aficionado boricua. ¡Y fue por pela!
