El CEO de McLaren, Zak Brown, ha pedido a la FIA que realice una investigación más profunda sobre el ajustador de bib delantero que Red Bull ha estado utilizando. El dispositivo en cuestión permite cambiar la altura del bib delantero con una herramienta especial, lo que ha generado suspicacias entre los equipos rivales. Aunque su uso no es ilegal, la preocupación radica en que podría haber sido ajustado después de la clasificación y antes de la carrera, lo cual estaría en contra de las reglas de parc fermé de la Fórmula 1.
Red Bull ha negado rotundamente cualquier irregularidad y la FIA, tras una revisión inicial, declaró que no encontró pruebas de que el equipo haya violado las normativas. Sin embargo, Brown y otros equipos no están satisfechos con esta conclusión preliminar. Para ellos, queda la duda de si Red Bull utilizó esta tecnología de manera incorrecta en el pasado, ajustando elementos aerodinámicos fuera de los límites permitidos por las reglas de la competición.
A pesar de la negación de Red Bull, Brown ha insistido en la necesidad de una investigación más detallada. Argumenta que hay muchas preguntas sin respuesta y que, para asegurar la equidad y transparencia en el campeonato, la FIA debe analizar todos los detalles relacionados con este caso. La situación ha generado un ambiente tenso entre los equipos, que continúan observando de cerca el desenlace de esta controversia.