Los Raiders de Las Vegas tienen previsto liberar al esquinero Jack Jones. La inminente salida de Jones marca un punto de inflexión en la evolución de una secundaria de los Raiders que busca reenfocarse bajo un nuevo liderazgo tras la agitada temporada 2024. Con 27 años, Jack Jones tuvo una etapa inestable en Las Vegas, mostrando destellos de brillantez, pero también generando dudas con errores costosos en momentos cruciales.
El esquinero, que fue reclamado por los Raiders desde waivers luego de ser liberado por los New England Patriots en 2023, participó en 24 partidos durante sus dos años en la franquicia, iniciando 19 de ellos. Durante su paso por el equipo, logró interceptar cinco pases y devolvió tres de ellos para anotación, una estadística impresionante para cualquier jugador de secundaria. Sin embargo, estas jugadas destacadas se vieron opacadas por problemas de cobertura y decisiones cuestionables en momentos clave.
Jones fue sorprendido en múltiples ocasiones fuera de posición, permitiendo que receptores rivales completaran recepciones importantes y, en ocasiones, anotaran. Esta inconsistencia terminó siendo una de las razones principales por las que su posición en el equipo se volvió cada vez más incierta.
Una relación especial que no sobrevivió los cambios
Uno de los vínculos más destacados de Jones dentro de los Raiders era su relación con el exentrenador en jefe Antonio Pierce. Ambos compartían una historia que se remontaba a la escuela secundaria: Pierce fue su entrenador en Long Beach Poly High School, una de las escuelas con más prestigio deportivo en California. Posteriormente, ambos coincidieron nuevamente en Arizona State, donde Pierce era parte del cuerpo técnico mientras Jones jugaba para los Sun Devils.
Esa conexión fue vista en su momento como una ventaja para la integración de Jones en el equipo. De hecho, Pierce fue considerado un mentor clave para Jones y alguien que conocía su potencial y también sus puntos débiles. Sin embargo, tras el despido de Pierce en enero de 2025, el panorama para Jones en Las Vegas cambió drásticamente. La protección o confianza que podía haber tenido bajo su exentrenador ya no estaba, y su rendimiento pasó a ser evaluado con una lupa diferente por la nueva directiva.
Un comentario público que marcó un quiebre
Uno de los momentos más tensos de la temporada pasada llegó luego de una derrota ante los Carolina Panthers, cuando el entonces entrenador Antonio Pierce hizo comentarios que muchos interpretaron como dirigidos a Jack Jones. Pierce declaró que algunos jugadores estaban tomando “decisiones de negocios” durante el partido, una frase comúnmente usada para describir a aquellos que evitan el contacto físico para no arriesgar su salud o contratos futuros.
Jack Jones no tardó en reaccionar y acudió a las redes sociales para defenderse, negando que estuviera actuando con falta de compromiso. Sin embargo, sus palabras no fueron suficientes para convencer al cuerpo técnico. La siguiente semana, en el enfrentamiento ante los Cleveland Browns, Jones fue enviado a la banca, siendo ese el único partido que no inició durante toda la temporada. Esa decisión fue vista por muchos como una señal clara de desaprobación por parte del staff técnico.
Una carrera prometedora con altibajos
Jack Jones fue una selección de cuarta ronda en el Draft de la NFL de 2022 por parte de los Patriots. Su carrera universitaria estuvo marcada por talento innegable, pero también por problemas de conducta y suspensiones que afectaron su valor en el draft. En New England mostró un rendimiento prometedor en su temporada de novato, pero la falta de disciplina y desacuerdos internos con el cuerpo técnico llevaron a su eventual salida.
Los Raiders apostaron por su potencial, esperando que con la guía adecuada —y especialmente con la presencia de Pierce— pudieran sacar lo mejor de él. Por momentos, esa apuesta pareció dar frutos, especialmente cuando Jones mostró su capacidad de lectura defensiva y sus reflejos para interceptar pases y devolverlos para anotaciones. Su habilidad para anticipar rutas y crear jugadas fue una de sus principales virtudes. Sin embargo, la otra cara de la moneda fueron las coberturas fallidas y su dificultad para mantener el enfoque durante partidos completos.
Un futuro incierto, pero con mercado
Aunque los Raiders no han oficializado la decisión, y podría haber un cambio de rumbo de última hora, todo apunta a que la relación entre el equipo y Jack Jones ha llegado a su fin. La liberación del jugador también liberaría espacio en el tope salarial para Las Vegas, algo crucial en una temporada de reestructuración.
Para Jack Jones, a pesar de sus inconsistencias, no todo está perdido. Su juventud, experiencia en la NFL y sus estadísticas llamativas —como tres touchdowns defensivos en dos temporadas— seguramente atraerán el interés de otros equipos. En una liga donde los esquineros de impacto son una necesidad constante, Jones podría encontrar un nuevo hogar rápidamente, especialmente en un entorno donde el cuerpo técnico esté dispuesto a trabajar con él a nivel mental y táctico.
Equipos como los Chicago Bears, los Tampa Bay Buccaneers o incluso los mismos New England Patriots —si están dispuestos a una reconciliación— podrían mostrar interés, dependiendo de sus necesidades y espacio en el roster.
Qué significa esto para los Raiders
La salida de Jones es solo una parte de los ajustes más amplios que se esperan en la defensa de los Raiders. El nuevo cuerpo técnico busca construir una unidad más disciplinada, consistente y menos propensa a los errores mentales que costaron partidos en 2024.
Con la agencia libre y el draft en el horizonte, se espera que Las Vegas busque reforzar su secundaria con jugadores jóvenes, posiblemente seleccionando un esquinero en las primeras rondas o apostando por agentes libres con experiencia y disciplina táctica.
Además, esta movida podría enviar un mensaje claro al resto del vestuario: el rendimiento y la actitud cuentan tanto como el talento. En un equipo que busca reconstruir su identidad, la consistencia y el profesionalismo serán factores clave.
Palabras finales
Jack Jones es un jugador que ha generado expectativas desde su llegada a la NFL, pero que no ha logrado establecerse como una figura confiable a largo plazo. Los Raiders, una franquicia que históricamente ha apostado por talentos controvertidos, dieron una oportunidad al esquinero, pero finalmente parece que han decidido seguir otro camino.
Si se concreta su liberación, Jones tendrá que demostrar en su próximo destino que puede dejar atrás las controversias y enfocarse en ser un jugador confiable y disciplinado. La NFL es una liga de oportunidades, y Jack Jones aún tiene el tiempo y el talento para cambiar la narrativa de su carrera.
Mientras tanto, los Raiders siguen adelante con su proceso de transformación, dejando atrás piezas que ya no encajan en su visión a futuro.