FORT LAUDERDALE, FL — Cuando uno piensa en Paul Maurice, piensa en café, malas palabras y risas, pero también en trabajo serio. Y parece que esa receta mágica le está funcionando brutal. El coach de los Panthers de Florida los tiene otra vez en la Final de la Stanley Cup por tercer año al hilo, guiándolos con un estilo bien a su manera: relajado cuando hay que serlo y bien enérgico cuando la cosa se pone seria.
Maurice, que antes de llegar a Florida tenía un récord flojito en playoffs (41-51), ahora ha virado la tortilla con los Panthers (41-21). Y aunque ha dirigido par de equipos antes, el mismo lo dice sin pelos en la lengua: “Este es el mejor equipo que he dirigido. Y no está ni cerca.”
Los campeones defensores van pa’ Edmonton este miércoles pa’ arrancar la serie, en un rematch con los Oilers, los mismos a los que les ganaron el año pasado en siete juegos para darle a Maurice su primer anillo después de 30 años en las grandes ligas del hockey.
Un vacilón con disciplina
Maurice no es un coach tradicional. Él deja que sus asistentes hagan su trabajo, mete mano solo cuando es necesario y siempre manda un mensaje claro. «Show up temprano, mucho café, y si hay que decir par de malas palabras pa’ motivar, se dicen,» bromea.
Pero su toque no es solo relajo. Matthew Tkachuk, uno de los caballos del equipo, lo dice claro: “Él sabe cómo motivarte un martes cualquiera contra un equipo random como Columbus, como si fuera juego de playoff.” Las charlas no son eternas, pero pegan duro: dice lo justo y se va. Si el equipo está mal, se los dice en la cara. Si hay amor que dar, también lo da. Y nunca le molesta ser el chiste de sus propios cuentos.
En su primer año con los Panthers, el equipo bajó de 122 puntos a 92 —algo que él mismo vacila diciendo que fue “gracias al coaching.” Pero ese cambio trajo consigo un estilo que los llevó a la cima.
Con los pies en la tierra
Seth Jones, que llegó este año en el trade deadline, admite que adaptarse al estilo de Maurice fue diferente pero efectivo: “Él sabe leer el cuarto. Si hay que apretar, aprieta. Si hay que soltar un chiste en el video review, lo tira. Nunca se pone ni muy feliz ni muy depresivo. Siempre balanceado.”
Y ese balance fue lo que les salvó el pellejo el año pasado cuando casi botan una ventaja de 3-0 en la final. Cuando las cosas se apretaron, Maurice empezó a hablarle a sus jugadores de “jugar con libertad”. Resultado: ganaron ese Juego 7, y en el pariseo bajo lluvia, Maurice cerró su speech gritando “¡Freedom!” a pulmón lleno.
Respeto pa’ todos por igual
Una de las cosas más grandes que resaltan los jugadores es que Maurice trata a todos igual, sin importar si eres estrella o novato. “Él espera que todos trabajemos duro, pero nos trata igual a todos. Es bien importante eso en un coach,” dijo Tkachuk.
Con ese combo de vacilón, disciplina, y mucha calle, Maurice tiene a los Panthers listos pa’ buscar su segundo anillo corrido. Y claro, si ganan, no faltará el speech bien sazonado y un par de malas palabras pa’ celebrarlo como se debe.
🧊 ¿Lograrán los Panthers repetir el campeonato y seguir la rumba en la NHL? 🏆
