León XIV: El Papa que une la fe y el deporte con pasión
El mundo ha recibido con entusiasmo la elección del Papa León XIV, anteriormente conocido como Robert Francis Prevost, quien no solo hace historia al convertirse en el primer Papa estadounidense, sino que también marca una nueva era en el Vaticano gracias a su pasión por el deporte.
A diferencia de sus predecesores, León XIV no es solo un espectador ocasional, sino un verdadero fanático y practicante que ha cultivado vínculos deportivos en diferentes etapas de su vida, desde Chiclayo (Perú) hasta Chicago, pasando por las universidades de Estados Unidos. Este Papa no solo rezará por el bienestar del mundo: probablemente también esté atento al resultado de un partido de tenis, béisbol o fútbol, o celebrando un triple de Villanova en el baloncesto universitario.
Aquí te contamos todo lo que sabemos del lado deportivo del Papa León XIV, una faceta que lo acerca aún más a las personas y le da un perfil carismático y cercano.
Un tenista aficionado con ganas de volver a la cancha
León XIV descubrió su amor por el tenis durante su misión en Chiclayo, Perú. Allí, mientras desempeñaba su labor pastoral como obispo, encontró en el tenis no solo un pasatiempo, sino una forma de conectar con la comunidad y mantenerse activo física y mentalmente.
En una entrevista concedida en 2023, Prevost comentó entre risas: “Me considero un tenista aficionado. Desde que salí de Perú he tenido pocas ocasiones de practicarlo, así que tengo ganas de volver a la pista”. Esta simple confesión fue suficiente para encender la simpatía del público y de los medios, quienes vieron en él a un líder con los pies en la tierra.
La noticia de su elección como Papa incluso fue celebrada en pleno Abierto de Roma. El anuncio se hizo durante un partido del torneo, y los aplausos retumbaron en el estadio, confirmando que el tenis había ganado no solo un nuevo fanático, sino un Papa que entiende la pasión del deporte. Este momento quedará en la historia como uno de los más curiosos y emotivos del vínculo entre religión y deporte.
Chicago en las venas: un corazón dividido por el béisbol
Nacido en Chicago en 1955, Prevost creció en una familia marcada por el béisbol, un deporte que en esa ciudad divide a las familias entre los Chicago Cubs y los Chicago White Sox. Aunque durante años circuló el rumor de que era hincha de los Cubs, su hermano John se encargó de aclarar el misterio: León XIV es, en realidad, fanático de los White Sox.
El detalle no es menor. El béisbol en Chicago no es solo un deporte: es casi una religión. La madre del Papa era seguidora de los Cubs, mientras que su padre simpatizaba con los St. Louis Cardinals. En medio de esas pasiones cruzadas, el joven Robert Prevost se inclinó por los White Sox, un equipo que históricamente ha representado a los barrios obreros del sur de Chicago.
Tras su nombramiento como Papa, los White Sox no tardaron en reaccionar. Le enviaron una camiseta personalizada y lo invitaron a su estadio, demostrando que para los fanáticos del béisbol, tener un Papa en las gradas (aunque sea simbóricamente) es motivo de orgullo.
No sería extraño que, en algún momento, León XIV envíe su bendición a los White Sox en una temporada complicada, alimentando así el folclore deportivo.
Alianza Lima: pasión blanquiazul desde Chiclayo
Su tiempo en Perú dejó una huella imborrable, y no solo en términos pastorales. Durante su estancia en Chiclayo, Prevost se familiarizó con el fútbol local. Si bien muchos lo asociaron al club Juan Aurich, debido a la cercanía geográfica, diversas fuentes peruanas confirmaron que es simpatizante de Alianza Lima, uno de los clubes más importantes y populares del país.
Alianza Lima, con una rica historia en el fútbol peruano, representa mucho más que títulos y trofeos: es símbolo de resistencia, identidad popular y pasión desenfrenada. Que León XIV simpatice con el club no solo honra a los hinchas, sino que los llena de orgullo.
La Federación Peruana de Fútbol también celebró su elección, destacando la figura del nuevo Papa como “un amigo del fútbol” que ha compartido momentos con la comunidad futbolera durante su misión en el país. Se espera que, bajo su pontificado, haya un acercamiento aún mayor entre el Vaticano y las iniciativas futbolísticas a nivel global.
Villanova y el baloncesto universitario: raíces académicas y deportivas
Otro dato fascinante del perfil deportivo del Papa León XIV es su conexión con el baloncesto universitario. Prevost es egresado de la Universidad de Villanova, institución conocida por su excelencia académica… y por su destacada trayectoria en el baloncesto NCAA.
El mismo día de su elección, fanáticos de los New York Knicks recordaron que el equipo contaba en su plantilla con tres exjugadores de Villanova, lo que desató una ola de comentarios humorísticos en redes sociales. Muchos comenzaron a bromear con que la bendición papal podría romper la larga sequía de títulos del equipo, que no gana un campeonato desde 1973.
Villanova, famosa por su combatividad y por gestas memorables en el baloncesto colegial, representa otra pieza clave en el rompecabezas deportivo de León XIV. Su paso por esa universidad no solo lo formó académicamente, sino que lo dejó marcado por el espíritu competitivo y el valor del esfuerzo colectivo.
Un Papa que entiende el poder del deporte
Lo más valioso de todo este recorrido es la visión que León XIV tiene del deporte. Para él, no se trata solo de entretenimiento o competencia, sino de una herramienta poderosa para construir comunidad, fortalecer valores y tender puentes entre culturas y generaciones.
El deporte, como ha dicho en diversas ocasiones, enseña disciplina, resiliencia, trabajo en equipo y respeto por el adversario. Son valores profundamente alineados con su misión pastoral.
Durante su pontificado, se espera que impulse iniciativas deportivas en parroquias, escuelas y comunidades marginadas. También se especula que apoyará los “Juegos Vaticanos”, un proyecto en desarrollo que busca promover los valores olímpicos desde la perspectiva católica.
Eventos clave y momentos inolvidables
Entre los eventos deportivos donde su figura ha brillado indirectamente, destacan:
- Anuncio papal en el Abierto de Roma: Ovaciones en el estadio cuando se comunicó su elección como Papa.
- Invitación de los White Sox: El equipo de Chicago le envió una camiseta personalizada y lo invitó al estadio, destacando el vínculo entre la ciudad y su hijo más ilustre.
- Celebración de Alianza Lima: En redes sociales, fanáticos aliancistas compartieron mensajes de orgullo y humor al descubrir que el nuevo Papa simpatiza con su club.
- Reacciones en la NCAA y la NBA: Hinchas de Villanova y de los Knicks bromean con que la bendición papal puede traer suerte a sus equipos.
¿Qué jugadores admira?
Aunque no ha declarado oficialmente jugadores favoritos, allegados a León XIV revelan que siente admiración por:
- Roger Federer: Referente de elegancia y perseverancia en el tenis.
- José Abreu: Figura histórica de los White Sox.
- Jeff Ruland y Ed Pinckney: Leyendas de Villanova en el baloncesto universitario.
- Jefferson Farfán: Exjugador símbolo de Alianza Lima.
Un mensaje para los jóvenes
León XIV representa una figura moderna que sabe cómo hablarle a los jóvenes. Su pasión por el deporte es una puerta abierta para acercar mensajes de fe, inclusión, respeto y superación personal.
No sería sorprendente verlo participando en campañas de salud, torneos benéficos, visitas a clubes o bendiciones a atletas antes de competencias importantes. Este Papa entiende que la fe puede entrar a la cancha, al estadio y al vestuario, y que el deporte puede ser una herramienta de evangelización y transformación social.
Conclusión: un Papa humano, deportivo y universal
Con León XIV, el Vaticano no solo ha ganado un líder espiritual, sino también un apasionado del deporte que sabe cómo conectar con el mundo moderno. Su historia, que une las canchas de tenis de Chiclayo, los diamantes de Chicago, los estadios de Lima y las duelas de la NCAA, lo convierte en una figura universal, capaz de inspirar a creyentes y no creyentes.
En un mundo marcado por las divisiones, el deporte y la fe bajo la guía de León XIV tienen el poder de unir, sanar y construir puentes. Y eso, sin duda, es un motivo para aplaudir de pie.