La vida del Papa Francisco, nacido como Jorge Mario Bergoglio en Buenos Aires, Argentina, estuvo marcada no solo por su compromiso con la fe y la justicia social, sino también por una pasión inquebrantable por el deporte más popular del planeta: el fútbol. Este lunes, a los 88 años, falleció dejando tras de sí un legado espiritual profundamente entrelazado con el juego que tanto amó desde niño.
Desde los potreros polvorientos del barrio de Flores hasta el Vaticano, el fútbol siempre fue parte esencial de su identidad. Fanático de toda la vida del club San Lorenzo de Almagro, el Papa nunca ocultó su amor por el deporte rey y, más aún, su convicción de que el fútbol podía ser una herramienta poderosa para promover la unidad, la fraternidad y el trabajo en equipo, valores que consideraba fundamentales para una sociedad saludable.
⚫⚽ “Cuervo” de Corazón
Francisco pertenecía a una familia humilde de inmigrantes italianos y como la mayoría de los niños argentinos de su época, creció pateando una pelota por las veredas de su barrio o en los improvisados campos de tierra conocidos como “potreros”. En su autobiografía recientemente publicada, titulada Esperanza, el Papa confiesa con humor que no era precisamente un prodigio en el deporte.
“Era tan malo que me pusieron el apodo de ‘pata dura’”, escribe Francisco.
A pesar de sus limitadas habilidades en la cancha, su pasión por el fútbol nunca disminuyó. Desde temprana edad se convirtió en un ferviente seguidor del club San Lorenzo, fundado en 1908 por el sacerdote Lorenzo Massa, un hombre de fe que vio en el deporte una oportunidad para alejar a los jóvenes de la calle y enseñarles disciplina y valores cristianos. El apodo de los hinchas, “los cuervos”, proviene del color negro de la sotana de su fundador.
San Lorenzo no era solo su equipo, era parte de su identidad espiritual y emocional. A lo largo de su pontificado, el Papa Francisco mantuvo su carnet de socio activo del club, e incluso recibió a delegaciones de San Lorenzo en el Vaticano, especialmente después del campeonato que ganaron en 2013, el mismo año en que él fue elegido pontífice.
🌍 Un Mensaje Global a Través del Fútbol
A diferencia de otros líderes religiosos que prefieren mantener distancia de las pasiones populares, el Papa Francisco abrazó el fútbol como vehículo de evangelización. Para él, el deporte no era solo entretenimiento, sino un reflejo de valores universales.
En 2019, durante un encuentro con jóvenes, jugadores y entrenadores italianos en el Vaticano, el Papa expresó con claridad su visión:
“El fútbol es un deporte de equipo. No se puede disfrutar solo. Y si se vive de esa manera, puede hacer mucho bien para la mente y el corazón en una sociedad cada vez más individualista.”
Este tipo de mensajes se convirtieron en constantes durante su papado. Francisco veía en el fútbol una metáfora de la vida cristiana: se necesita colaboración, humildad, entrega, y sobre todo, generosidad. Para él, jugar solo para destacar era un error; lo importante era jugar en equipo y contribuir al bien común.
Incluso en contextos sociales complejos, el Papa abogó por la utilización del fútbol como herramienta de integración, reconciliación y esperanza. En numerosas ocasiones, apoyó iniciativas deportivas en barrios marginados, zonas de conflicto y entre poblaciones migrantes, promoviendo torneos juveniles, escuelas de fútbol con orientación ética, y encuentros entre religiones a través del deporte.
🇦🇷 Un Mural, Un Ídolo, Un Legado
El día de su muerte, una imagen recorrió el mundo desde Buenos Aires: un mural en el barrio Carlos Mugica en el que aparece el Papa Francisco junto a otro ídolo argentino, Lionel Messi. En una combinación que simboliza la fe y el talento, el mural refleja la identidad de un pueblo que ama tanto la pelota como a sus referentes espirituales.
El mural no es un simple homenaje. Es una síntesis cultural: el Papa y Messi, dos íconos que han inspirado a millones, no por su poder o riqueza, sino por su humildad, compromiso y conexión con el pueblo.
En su natal barrio de Flores, la figura de Francisco sigue viva en los relatos de los vecinos, quienes recuerdan al joven que jugaba descalzo con una pelota hecha de trapo, el mismo que con los años predicaría desde el balcón del Vaticano al mundo entero, sin dejar nunca de ser «el pibe del barrio».
🕊️ El Fútbol Como Reflejo del Evangelio
Quizás lo más profundo del vínculo entre Francisco y el fútbol fue su capacidad para encontrar en el juego elementos que reflejan las enseñanzas del Evangelio. La noción de comunidad, de compartir triunfos y derrotas, de aprender a caer y levantarse, de respetar las reglas y al rival… todo eso, para él, era espiritualidad en acción.
“Un buen delantero sabe cuándo pasar el balón. No juega para sí mismo, juega para el equipo. Y eso es humildad, es sabiduría y es caridad”, dijo en una ocasión.
Para el Papa, el egoísmo era el principal enemigo del fútbol —y también de la vida espiritual. Y lo combatía con una visión alegre, positiva y siempre comprometida con el otro. “El gol más importante es aquel que se celebra en equipo”, decía con frecuencia.
🙌 Legado Deportivo en el Vaticano
Durante su papado, Francisco promovió iniciativas deportivas dentro del Vaticano como nunca antes. Se crearon eventos interreligiosos de fútbol, torneos de la Curia Romana, y encuentros con atletas de distintas disciplinas. También apoyó la “Copa de la Fraternidad”, donde equipos formados por migrantes, refugiados y seminaristas convivían en un espacio de respeto e inclusión.
Además, impulsó el lanzamiento de “Athletica Vaticana”, el primer equipo deportivo oficial del Vaticano, con el objetivo de transmitir valores cristianos a través del deporte amateur. Fue una forma tangible de llevar su visión pastoral a los campos de juego.
🕯️ Un Último Adiós de los Amantes del Fútbol
La noticia de su fallecimiento ha generado una oleada de mensajes de condolencia desde todos los rincones del mundo, incluyendo clubes de fútbol, jugadores, entrenadores y fanáticos. San Lorenzo decretó duelo institucional y organizará una misa en su estadio, el Pedro Bidegain, en homenaje a su hincha más ilustre.
“Se nos fue un cuervo eterno, pero su fe y su amor por el fútbol vivirán en cada partido que juguemos”, expresó el presidente del club en un emotivo comunicado.
También Lionel Messi, a través de sus redes sociales, compartió un mensaje en el que agradece la inspiración que el Papa representó para tantos argentinos:
“Gracias por mostrarle al mundo que la fe también se vive con alegría. Descansa en paz, Santo Padre.”
🕊️ Conclusión: Un Papa de Pies en la Tierra y Corazón en la Cancha
El Papa Francisco fue mucho más que el líder de la Iglesia Católica. Fue un hincha auténtico, un “pibe” que nunca dejó de soñar con una sociedad más justa, un sacerdote que supo ver en el fútbol un reflejo de la vida misma. Su legado no solo se mide en encíclicas o reformas eclesiásticas, sino también en goles compartidos, abrazos en la cancha y valores que se transmiten de generación en generación.
Hoy el mundo lo despide con gratitud, y el fútbol —ese lenguaje universal que él tanto amó— lo celebra como uno de los suyos.
Descanse en paz, Francisco. El estadio del cielo te recibe con un aplauso eterno. ⚽🕊️🙏🏽